La Declaracion De Cambridge

de la
Alianza de Evangélicos Confesantes
20 de abril de 1996

 

Hoy día, las iglesias evangélicas se encuentran crecientemente dominadas por el espíritu de esta era en lugar de serlo por el Espíritu de Cristo. Como evangélicos, somos llamados a que nos arrepintamos de este pecado y que recobremos la fe cristiana histórica.

En el curso de la historia las palabras cambian. En nuestro día esto ha sucedido con la palabra "evangélico". En el pasado sirvió como un lazo de unión entre cristianos de una variada diversidad de tradiciones eclesiales. El pueblo evangélico histórico era confesante. Profesó las verdades esenciales del cristianismo tal y como fueron definidas por los grandes concilios ecuménicos de la iglesia. Además, los evangélicos comparten también una herencia común en las "solas" de la Reforma Protestante del siglo dieciséis.

Hoy, la luz de la Reforma se ha oscurecido de una manera significativa. La consecuencia es que la palabra "evangélico" se ha hecho tan inclusiva al punto de haber perdido su significado. Encaramos el peligro de perder la unidad que llevó siglos para obtener. Por causa de esta crisis y por causa de nuestro amor a Cristo, su evangelio y su iglesia, nos esforzamos por afirmar de nuestro compromiso con las verdades centrales de la Reforma y del pueblo evangélico histórico. Estas verdades las afirmamos no por su papel que poseen en nuestras tradiciones, sino porque creemos que son centrales en la Biblia.

Sola Escritura: La Erosión de la Autoridad

La Escritura sola es la regla inerrante de la vida de la iglesia, pero la iglesia evangélica de hoy día ha separado la Escritura de su función autoritativa. En práctica, la iglesia es guiada con mucha frecuencia por la cultura. Las técnicas terapéuticas, las estrategias de la mercadotecnia, y el ritmo del mundo del entretenimiento, con frecuencia, tiene mucho más que decir acerca de lo que la iglesia quiere, cómo funciona, y qué lo que ofrece, de lo que hace la Palabra de Dios. Los pastores han sido negligentes en su correcta supervisión de la adoración, incluyendo el contenido doctrinal de la música. Como la autoridad bíblica ha sido abandonada en la práctica, mientras sus verdades han desvanecido de la conciencia cristiana, y sus doctrinas han perdido su prominente, la iglesia ha ido en aumento vaciándose de su integridad, autoridad moral y dirección.

En lugar de adaptar la fe cristiana para satisfacer las necesidades de sus consumidores, debemos proclamar la ley como la única medida de la verdadera justicia y el evangelio como el anuncio de la verdad salvadora. La verdad bíblica es indispensable para el entendimiento, nutrimento y disciplina de la iglesia.

La Escritura debe llevarnos más allá de nuestras necesidades percibidas a las verdaderas necesidades y liberarnos del vernos a través de sus seductoras imágenes, clisés, promesas y prioridades de la cultura de las masas. Solamente en la luz de la verdad de Dios es que podemos entendernos correctamente y ver la provisión de Dios para nuestra necesidad. La Biblia, por lo tanto, debe ser enseñada y predicada en la iglesia. Los sermones deben ser exposiciones de la Biblia y sus enseñanzas, no las expresiones de las opiniones de los predicadores o las ideas de la era. No podemos conformarnos con nada menos de lo que Dios ha dado.

La obra del Espíritu Santo en la experiencia personal no puede desligarse de la Escritura. El Espíritu no habla en maneras que son diferentes a la Escritura. Fuera de la Escritura nunca hubiéramos sabido de la gracia de Dios en Cristo. La Palabra bíblica, y no la experiencia espiritual, es la prueba de la verdad.

Tesis Una: Sola Escritura

Reafirmamos que la Escritura inerrante es la única fuente de la revelación divina escrita que solamente puede comprometer nuestra conciencia. Solamente la Biblia enseña todo lo que es necesario para nuestra salvación del pecado y es la regla por medio de la cual toda conducta cristiana debe ser medida. Negamos que algún credo, concilio o individuo puede comprometer la conciencia del cristiano, que el Espíritu Santo habla independientemente de o contrario a lo que se enseña en la Biblia, o que una experiencia personal espiritual puede ser un vehículo de revelación.

Solo Cristo: La Erosión de la Fe Centrada en Cristo

Mientras que la fe evangélica se seculariza, sus intereses han sido empañados con aquellos de la cultura. El resultado es una pérdida de los valores absolutos, individualismo permisivo, y una sustitución de plenitud en lugar de santidad, recuperación en lugar de arrepentimiento, intuición en lugar de verdad, sentimiento en lugar de creencia, casualidad en lugar de providencia, y gratificación inmediata en lugar de esperanza. Cristo y su cruz han sido movidos del centro de nuestra visión.

Tesis Dos: Solo Cristo

Realizamos que nuestra salvación fue lograda sólo por la obra meritoria del Cristo histórico. Su vida sin pecado y su expiación vicaria son solas suficientes para nuestra justificación y reconciliación con el Padre.

Negamos que el evangelio es predicado si la obra vicaria de cristo no es declarada y si la fe en él y su obra no es solicitada.

Sola Gracia: La Erosión del Evangelio

La confianza no garantizada en la habilidad humana es un producto de la naturaleza humana caída. Esta falsa confianza ahora llena el mundo evangélico; desde el evangelio de la autoestima, al evangelio de la salud y la riqueza, desde aquellos que han transformado el evangelio en un producto para ser vendido, y pecadores y consumidores que desean comprar, hasta otros que tratan la fe cristiana como verdadera porque sencillamente funciona. Esto silencia la doctrina de la justificación a o pesar de los compromisos oficiales de las iglesias.

La gracia de Dios en cristo es no meramente necesaria pero es la sola causa eficiente de la salvación. Confesamos que los seres humanos nacen espiritualmente muertos e incapaces aun d cooperar con la gracia regeneradora.

Tesis Tres: Sola Gracia

Reafirmamos que en la salvación somos rescatados de la ira de Dios sólo por medio de su gracia. Es la obra sobrenatural del Espíritu Santo que nos trae a cristo liberándonos de la esclavitud del pecado y levantándonos de la muerte espiritual a la vida espiritual.

Negamos que la salvación sea en algún sentido una obra humana. Los métodos humanos, técnicas o estrategias por sí mismas no pueden lograr esta transformación. La fe no es producida por nuestra naturaleza humana no regenerada.

Sola Fe: La Erosión del Artículo Principal

La justificación es sólo por gracia, sólo por medio de la fe, sólo por causa de Cristo. Este es el artículo por el cual la iglesia se sostiene o cae. Hoy día este artículo es con frecuencia ignorado, distorsionado y algunas veces aún negado por los líderes, eruditos y pastores que dicen ser evangélicos. Aunque la naturaleza humana siempre ha rechazado en reconocer su necesidad de la justicia de Cristo imputada, el modernismo grandemente enciende los fuegos de este descontento con el evangelio bíblico. Hemos permitido que este descontento dicte la naturaleza de nuestro ministerio y qué es lo que estamos predicando.

Muchos en el movimiento del igle-crecimiento creen que el conocimiento sociológico de aquellos en las bancas de la iglesia es tan importante para el éxito del evangelio como es la verdad bíblica que es proclamada. Como resultado, las convicciones teológicas están frecuentemente divorciadas del trabajo del ministerio. La orientación de la mercadotecnia en muchas iglesias lleva esto aún más lejos, borrando la distinción entre la Palabra bíblica y el mundo, robando de la cruz de Cristo su ofensa, y reduciendo la fe cristiana a los principios y métodos que traen éxito a las corporaciones seculares.

Mientras que la teología de la cruz puede ser creída, estos movimientos en realidad están vaciándola de su significado. No hay evangelio excepto el de la substitución de Cristo en nuestro lugar por medio de la cual Dios le imputa a él nuestro pecado y a nosotros nos imputa su justicia. Por haber llevado nuestro juicio, ahora andamos en su gracia como aquellos que han sido perdonados para siempre, aceptados y adoptados como hijos de Dios. No hay base para nuestra aceptación delante de Dios excepto por la obra salvadora de Cristo, no en nuestro patriotismo, devoción a nuestra iglesia o decencia moral. El evangelio declara lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo. No se trata de lo que nosotros podemos hacer para alcanzarlo.

Tesis Cuatro: Sola Fide

Afirmamos que la justificación es sólo por gracia por medio sólo de la fe por Cristo. En la justificación la justicia de Cristo nos es imputada como la única satisfacción posible de la perfecta justicia de Dios.

Negamos que la justificación descanse en algún mérito que se encuentre en nosotros, o sobre la base de una infusión de la justicia de Cristo en nosotros, o que alguna institución que clame ser la iglesia niegue o condene que la sola fide, pueda ser considerada como una iglesia legítima.

Soli Deo Gloria: La Erosión de la Adoración Teo-Céntrica

Dondequiera en la iglesia que la autoridad bíblica se ha perdido, que Cristo ha sido desplazado, que el evangelio ha sido distorsionado, o la fe ha sido pervertida, siempre ha sido por una razón: nuestros intereses han desplazado los de Dios y hacemos su obra a nuestra manera. La pérdida de la centralidad de Dios en la vida de la iglesia contemporánea es común y lamentable. Es esta pérdida que nos permite transformar la adoración en entretenimiento, la predicación del evangelio en mercadotecnia, creer en técnica, ser bueno en sentirse bien acerca de nosotros mismos, y fidelidad en ser exitosos. Como resultado, Dios, Cristo y la Biblia han venido a significar muy poco en nosotros y descansa sobre nosotros muy inconsecuente.

Dios no existe para satisfacer las ambiciones humanas, los deseos, el apetito de consumo, o nuestros privados intereses espirituales. Debemos enfocarnos en Dios en nuestra adoración, antes que la satisfacción de nuestras necesidades personales. Dios es soberano en la adoración, nosotros no. Nuestra preocupación debe ser el reino de Dios, no nuestros imperios, popularidad y éxito.

Tesis Cinco: Soli Deo Gloria

Afirmamos que porque la salvación es de Dios, ha sido completada por Dios, es para la gloria de Dios, y que nosotros debemos glorificarle siempre. Debemos vivir nuestras vidas enteras delante del rostro de Dios, bajo la autoridad de Dios y sólo para su gloria. Negamos que podemos glorificar debidamente a Dios si nuestra adoración se confunde con el entretenimiento, si descuidamos tanto la ley o el evangelio en nuestra predicación, o si el auto-mejoramiento, auto estima o auto-realización son permitidos como alternativas al evangelio.

Llamado al Arrepentimiento y a la Reforma

La fidelidad de la iglesia evangélica en el pasado contrasta notablemente con su infidelidad en el presente. Temprano en este siglo, las iglesias evangélicas sostenían un notable esfuerzo misionero, y construyeron muchas instituciones religiosas para servir a la causa de la verdad bíblica y el reino de Cristo. Ese era un tiempo cuando la conducta y las expectaciones cristianas eran marcadamente diferentes de aquellas en la cultura. Hoy, con frecuencia no lo son. Hoy, el mundo evangélico está perdiendo su fidelidad bíblica, su brújula moral y su celo misionero.

Nos arrepentimos de nuestra mundanalidad. Hemos sido influenciados por los "evangelios" de nuestra cultura secular, los cuales no son evangelios. Hemos debilitado la iglesia por nuestra falta de un serio arrepentimiento, nuestra ceguera a los pecados que hay en nosotros que vemos con tanta claridad en otros, y nuestra inexcusable falla para decirles a otros acerca de la obra salvadora de Dios en Cristo.

También, formalmente llamamos a los profesantes evangélicos que han errado, que se han desviado de la Palabra de Dios en asuntos discutidos en esta Declaración. Esto incluye a aquellos que afirman que hay esperanza de vida eterna fuera de la explícita fe en Jesucristo, que afirman que aquellos que rechazan a Cristo en esta vida serán aniquilados en lugar de sufrir el justo juicio de Dios a través del eterno sufrimiento, o que afirman que evangélicos y católicos romanos son uno en Jesucristo, aún donde la doctrina bíblica de la justificación no es creída.

La Alianza de Evangélicos Confesantes pide a todos los cristianos a que le den consideración para implementar esta Declaración en la adoración, ministerio, pólizas, vida y evangelismo de la iglesia. Por causa de Cristo. Amén.

Esta declaración puede ser reproducida sin permiso. Por favor acredite la fuente citando " The Alliance of Confessing Evangelicals" . Para información acerca de nuestras publicaciones, programas radiales, conferencias, la red o Sociedades de la Reformación, por favor comuníquese con nosotros a la siguiente dirección

Alliance of Confessing Evangelicals
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Traducción del ingles al español por Hiram Almirudis, D.Min.